
Título de la ponencia: “Resignificando
la huelga de FOTIA (Federación Obrera de la Industria Azucarera) del año 1949.
El dilema de hierro: la lucha entre la autonomía de los sindicatos de ingenios
y surcos cañeros y la obediencia al presidente Juan Perón”[1]
Pedro García Posse (Facultad de
Humanidades y Ciencias de la Educación-UNLP)
“Antes de 1943 no había asistencia
médica. No había vacaciones. No había ley de accidentes. No había nada”, Héctor
Ángel Lobo, Los dueños de la zafra. Vida y trabajos en un ingenio azucarero (La
Fronterita), 1996, pág. 73.[2]
“(…) El hecho que el Cnel. Juan D.
Perón haya impulsado el desarrollo del gremialismo en los ingenios azucareros
es el acto más revolucionario que haya producido.” Juan Octaviano Taire, Azúcar
para el monopolio (1969), 2006, pág. 40.[3]
“(…) Con la creación de la Secretaría
de Trabajo y Previsión se inicia la Era de la Justicia Social en la
Argentina.”[4]
Abstract
La década del ’20 se caracterizó en el
norte argentino por la lucha y concreción de
mejoras sociales en el mundo
azucarero. Posteriormente con la caída del gobierno de Hipólito Yrigoyen
-debido al golpe militar de Uriburu-, perdió visibilidad la lucha gremial del
trabajador de esa importante agroindustria. Sólo a partir del segundo lustro de
la década del ’30, comenzaron a reorganizarse los sindicatos tanto socialistas
como los de orientación comunista. La acción gremial de Perón a través de la
Secretaría de Previsión, permitió que surgiera una federación que nucleaba a
los trabajadores azucareros de los principales epicentros agroindustriales. Ese
nucleamiento se lo conoce por sus siglas: FOTIA[5]
La amplia autonomía sindical que gozaban
los trabajadores azucareros, los condujo
a enfrentarse con el verticalismo que pretendían imponerles los delegados de la
CGT y toda la presión política de que hizo gala el gobierno peronista.
El año 1949 resultó ser el punto de
inflexión, de una zigzaguiante conflictividad social (1945-1948) de la FOTIA,
que los llevó a conquistas sociales trascendentes, siempre vistos los obreros
azucareros con simpatía por el presidente Perón, por ciertos gestos y actitudes
del pasado reciente.
1949 fue el año que marcó el ocaso
-durante el resto del primer peronismo-, de esa importante federación
azucarera, después del escrache público de los principales dirigentes de FOTIA
en un inolvidable discurso de Perón.
El objetivo de este trabajo es estudiar
y comprender el contexto político, gremial y social en el que se desarrollaron
las huelgas de los obreros de la FOTIA,
en los meses octubre, noviembre y diciembre de 1949.
¿Qué incidencia tuvieron en ese proceso
de endurecimiento de la FOTIA, los dirigentes socialistas, comunistas,
laboristas y radicales?
¿Cuáles fueron las motivaciones por las
que no se pudo solucionar lo peticionado por la federación de trabajadores
azucareros?
¿Cómo entendían aquella situación de
alta conflictividad gremial, los propios dirigentes y políticos azucareros que
sentían la “causa peronista”?
¿Qué estrategias utilizaron en ese
prolongado conflicto social los dirigentes de FOTIA y los sindicatos de base?
¿Cuáles fueron las acciones y
operaciones desplegadas por el gobierno peronista, para torcer el brazo de
aquella organización del mundo del trabajo azucarero?
¿De qué manera concluyó esta huelga en
diciembre de 1949?
¿Qué sucedió con los líderes fotistas?
¿Dejaron de ser peronistas? ¿Fueron “perseguidos políticos”? Y con la
Federación Obrera: ¿cuál fue su derrotero hasta 1955?
Hacia estos y otros planteos deseo
acercar: preguntas, reflexiones y más datos, que iluminen aquella época del
primer peronismo. El material de trabajo, está sustentado en una profusa
cantidad de información, sobre todo de los principales periódicos de la época,
como: La Gaceta de Tucumán, La Prensa, La Nación y La
Vanguardia. Además de la publicación mensual de los industriales y cañeros:
La Revista Azucarera y otra documentación empresaria. Se considerarán
los testimonios de los principales protagonistas de la etapa fundacional de la
FOTIA, los trabajos académicos principalmente realizados por los historiadores
de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y otras fuentes documentales.
Estudiar la relación entre el
sindicalismo y el peronismo, provoca un apasionamiento, del que es difícil
prescindir. Profundizar la historia de la Federación Obrera de la Industria
Azucarera (FOTIA) y la compleja trama que se desarrolla en los años 1944-1949,
con el poder político y sindical peronista, conduce a muchas preguntas y
respuestas, que se van complejizando a medida que vemos cómo avanza la acción
de la FOTIA y los sindicatos de base en Tucumán, y que se van sumando otras
provincias azucareras a su influjo (influencia).
En este primer avance de investigación,
como mencioné anteriormente, elegí abordar la “huelga larga” que se desarrolló
en Tucumán, en el último trimestre (octubre-diciembre) del año 1949.
Si partiéramos del supuesto de que la
mejora de la clase obrera y la construcción del sindicalismo (adicto) comenzó
con Perón, desde su llegada a la Secretaría de Trabajo y Previsión en 1944, estaríamos
falsificando la realidad. Los gobiernos radicales, especialmente el de Hipólito
Yrigoyen, habían colaborado con la fundación de varios sindicatos. Y la “etapa
preperonista” específicamente desde mediados de la década del 30’, presentó con
la “Concordancia” en Tucumán, un modelo social diferente al conservador.[6]
Pensando en voz alta, esta época,
concentra mitos, dilemas, paradojas, contradicciones, confrontaciones y
realidades, que hacen tan apasionante su estudio de parte de investigadores
argentinos y extranjeros.
Lo particular del año 1949, fue que la
decisión de FOTIA de enfrentar directamente a su líder, a pesar de los ambagues
discursivos. (inflación de 1948). La explosión de representación obrera y la “peronización”
de los dirigentes azucareros se produce,
como ya mencionamos, por el apoyo directo a los trabajadores azucareros de
parte de Perón y luego la receptividad de Evita. Este fenómeno de ciudadanía
sindical, condujo a la política a “hombres nuevos”, que ocuparon cargos
políticos desde concejales en las ciudades hasta escaños en el Congreso
Nacional. Fue la marea democrática que llegaba con Perón presidente en 1946.
A priori hay que señalar que la huelga
de 1949, involucró a tantos actores sociales, que complejiza el análisis de ese
movimiento social en industria azucarera. Involucró a más de 100.000
trabajadores azucareros de fábrica y de surco, que detuvieron la molienda de
caña de la mayoría de los ingenios, junto a los dedicados a tareas de cosecha.
La alianza entre la federación obrera (FOTIA) con la agremiación de empleados
de ingenio, llevó a que existiese -como argumentaban los industriales-
problemas para realizar las liquidaciones de los trabajadores. Se produjeron
huelgas en ingenios de Salta y Jujuy. Dificultades en Formosa, Misiones y Santa
Fe. De allí que ese desafío directo a Perón, a pesar de todos los intentos de
sus dirigentes de no confrontar directamente, la grave situación social por la
que atravesaban aquellos trabajadores,
condujo a que se cumpliese un altísimo acatamiento. La inflación de 1948,
a pesar del aumento del 20% de comienzos del año 1949, había restado poder
adquisitivo a los salarios de los azucareros y ello obligó a pesar de sus
simpatías demostradas desde el primer momento, que sostuvieran las medidas de
fuerza.
La historiografía es muy profusa acerca
de la relación entre sindicalismo y peronismo.[7]
La historiadora Louise Doyon ha profundizado sobre este tópico y las
contradicciones que se produjeron en el movimiento obrero filo-peronista en
donde los líderes obreros tuvieron la disyuntiva de luchar entre la autonomía
gremial y la subordinación política al gobierno y a sus funcionarios en el
primer peronismo.
El estudio del sindicalismo tucumano
durante el primer peronismo, es un tema relativamente reciente. Gustavo
Rubinstein es el primero que habla de “disciplinamiento” de la masa trabajadora
azucarera, desde el análisis del discurso del presidente Perón acerca de la
cuestión azucarera[8],
siguiendo un enfoque marcadamente político. A pesar de los intentos de los
dirigentes de FOTIA de no enfrentarse a Perón, por los reclamos salariales,
todas sus acciones de rebeldía condujeron a ello. Es que las condiciones
económicas del año 1949, eran muy distintas al período anterior (1943-1948)[9],
y eso motivó el endurecimiento del gobierno peronista hacia las demandas
obreras. Finalmente luego de 46 días de huelga, el paro se levanta y Perón
desde la Plaza de Mayo, el 2 de diciembre de 1949, “escracha” públicamente a
los dirigentes peronistas tucumanos y otorga a los trabajadores azucareros un
aumento del 60% e interviene indefinidamente a la FOTIA y a la CGT. Florencia Gutiérrez[10],
estudia un período 1944-1955, desde el conflictividad social en el área
azucarera, realizando una “resignificación” de la lucha obrera desde los
sindicatos de base hasta los organizados por la Federación Obrera (FOTIA).
Recorrer los diferentes conflictos en los ingenios, por motivos también
diversos, a través de la lectura que hace esta historiadora tucumana, nos trae
al presente, una época en donde los obreros de ingenio y peones de surco,
volvían a levantar banderas de “justicia social”, que sólo habían sido
enarboladas en forma clandestina –en 1935-1943- y sin la apertura y masividad
que les permitió el peronismo. Ahora en 1949, ya no se podía retroceder ante
las conquistas sociales otorgadas por el gobierno y la aparición de un hombre
nuevo, “el trabajador peronista”. Sin olvidar que la lucha planteada estuviera
fogoneada por la vieja guardia sindical y otras fuerzas opositoras al gobierno peronista.
También el historiador Rubinstein[11]
ha tratado sobre la evolución de los salarios de los trabajadores del azúcar,
en esta época.
Condiciones materiales de existencia y
de trabajo de los peones azucareros en Tucumán, (1930-1943)
Existen pocos trabajos, que se hayan dedicado a la cuestión social en
el mundo del azúcar para ese período[12].
María Ullivarri señala que: “Al interior
de los territorios de ingenio, la vida de los trabajadores no era fácil. Las
malas condiciones de vivienda, salud e higiene se acompañaban de salarios
miserables, elevados precios en las proveedurías y, muchas veces, métodos de
pago no monetario.”[13]
Los relatos en el área azucarera, donde
se mezclan, características de explotación, maltrato, coacción y actos de
sumisión. Extensamente analizados estos
aspectos por Ullivarri. Estos abusos, generaron un sinnúmero de respuestas por
parte de los peones, tales como robos, sabotajes, quema de cañaverales,
rebeliones entre otras modalidades de protesta[14].
La primavera de los trabajadores: el
surgimiento de FOTIA
La mayoría de los historiadores coincide en que el
gremialismo azucarero se creó al calor de la acción del Cnel. Perón desde la
Secretaría de Trabajo y Previsión, el 4 de mayo de 1944. Su organizador Carlos
Aguilar, Director del Departamento Provincial
del Trabajo y luego con la llegada de Perón a la Secretaría de Trabajo y
Previsión, Delegado Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión
(1943-1944) y decía en una entrevista: “(…)
Lo cierto es que visitamos todo (…) el primer hombre que se atrevió [fue]
Cabezas, que era del ingenio Leales. Y por ahí de Villa Fiad (…) hicimos la
primera reunión.
(…) Al poco tiempo apareció Amalia, que entonces estaba casi en la ciudad. Y de
ahí salió el famoso Benito Borjas Celis.”[15]
Introducción a la conflictividad social azucarera
(1944-1949)
1)
Agosto
de 1944: FOTIA presenta un petitorio y el gobierno en el decreto N° 678,
promulgado el 13 de enero de 1945, amplía el escalafón de los obreros
azucareros con 112 especialidades (62 de fábrica y 50 de surco)
2)
Fines
de mayo de 1945: FOTIA decidió la huelga general en toda la provincia, por
falta de observancia del decreto N° 678
3)
Junio
de 1945: FOTIA, solicitó la mediciación en el conflicto, intervención
provincial
4)
13
de octubre de 1945: FOTIA declaró por segunda vez, la huelga general, y
marcharon columnas de trabajadores azucareros hasta Plaza Independencia en San
Miguel de Tucumán, desde la noche del 16 de octubre para exigir que liberen a
Perón
5)
Enero
de 1946: FOTIA declaró el paro total de actividades en reclamo del cumplimiento
del pago del aguinaldo, se levanta el
paro el 15 de enero y en febrero el gobierno nacional giró el dinero “para
hacer frente al nuevo derecho laboral”
6)
Junio
de 1946, el gobierno aumentó la clasificación de tareas azucareras de 112 a 285
7)
Septiembre
de 1946: Manuel Parés, renunció como Delegado Regional de la Secretaría de
Trabajo y Previsión, por la “indisciplina obrera”
8)
5
octubre de 1946: huelga general por tiempo indeterminado en apoyo a la gestión
de Parés enfrentados a los cuestionamientos de los dirigentes de los ingenios
Amalia y Concepción. Estos hechos revelan los “desencuentros” entre FOTIA y los
sindicatos de base como señala Florencia Gutiérrez
9)
15
de enero de 1947: FOTIA levantó la huelga
10) Abril de 1947: protesta de sindicatos de
base que no aceptan la mediación del Banco Central en los conflictos con
industriales y cañeros
11) Junio de 1947: volvió a cambiar la
cantidad de especialidades en el trabajo para llegar a 444
12) Julio de 1948: FOTIA presentó un
petitorio de 60 puntos y estaban incluidos los obreros del surco
13) 6
de septiembre de 1948: FOTIA declara la huelga general
14) Octubre de 1948: cierre del ingenio Esperanza
y despido en masa de sus obreros
15) Noviembre de 1948: FOTIA publica un nuevo
memorial
16) Los industriales aluden la baja productividad
de la zafra del año de 1948, y se producen despidos en muchos ingenios
17) Febrero de 1949: el Estado aumenta el 20% de
los salarios[16]
46 días de resistencia
El gobierno provincia dispuso la
construcción de hospitales en los ingenios[17],
para intentar con esta medida desactivar el paro obrero.
Las peticiones de FOTIA, no obtenían las
respuestas esperadas, ni de los actores azucareros, políticos ni sindicales,
por lo que emplazaron por 48 horas a los industriales y a los cañeros[18].
“En ocho ingenios se ha puesto fin a la
molienda. (…) los ingenios Corona, San
Antonio, San Ramón, Trinidad, Cruz Alta, Marapa, Ñuñorco y Florida.[19]
El 15 de Octubre, declaró la huelga
general en los ingenios azucareros de la provincia de Tucumán, que se extendió
también en dos fábricas de Jujuy[20].
El Poder Ejecutivo provincial, ordenó
que la policía reprimiera las reuniones de los obreros y empleados de esta
industria. Y la FOTIA emitió un comunicado al respecto. [21]
Debido a la falta de permiso de la policía
los sindicatos azucareros (FOTIA y FEIA) no se pudieron reunir. El Sindicato
del ingenio Bella Vista, emitió un comunicado.[22]
Como los obreros y empleados de esta
agroindustria, decidieron proseguir con el paro, la respuesta estatal consistió
en retirarle la personería (jurídica) a ambas entidades y la policía allanó los
locales de las mismas.[23]
La situación se fue complicando aún más.
Llegaron comisionados de la CGT a Tucumán, que se reunieron con el gobernador.
Se produjo una gestión de los cañeros para solucionar el conflicto. En Bella
Vista chocaron los manifestantes y la policía. En Salta continúa el paro y en
Jujuy, y la policía detuvo al asesor letrado de la FOTIA Dr. Esteban Rey. Y
continuaron los problemas en el ingenio Ledesma,[24]agravándose
la situación en los ingenios jujeños y la policía provocó numerosas detenciones
entre los trabajadores. Mientras que en Tucumán, se suceden propuestas de los
mediadores (CGT) y a pesar de las presiones de los industriales para que el
personal reanude el trabajo, el paro sigue firme. Presentación de la FEIA ante
la justicia, declaración del CAR (Centro Azucarero Regional) y el Sindicato del
ingenio La Trinidad emitió un comunicado. Y en Salta prosigue el conflicto. Al
mismo tiempo, el Ministerio de Trabajo aclaró una cuestión (tema).[25]
Los industriales afirmaron que están
sufriendo serios problemas económicos por la baja productividad con respecto a
la zafra anterior (1948). Hubo incidentes en la Delegación Regional. Y el
Director Nacional del Azúcar se encuentra en Tucumán. La FOTIA repudió las
medidas policiales en un comunicado, que respondió la CGT. En los ingenios de
Salta se mantiene el conflicto. Y el ingenio La Esperanza de Jujuy reanudó en
forma parcial el trabajo.[26]
La FOTIA y la FEIA realizaron un
comunicado, que respondieron los Interventores de la CGT. Declaración del
Sindicato de Obreros del Ingenio Santa Lucía. Manifestaciones obreras en el
Ingenio Florida. La FOTIA presentó otro habeas corpus al Juez Federal, a favor
de los detenidos.[27]
Sigue la huelga dispuesta por el Comité
Intergremial que actúa en forma secreta que están enfrentados a los
representantes de la CGT y a los interventores de la FOTIA. Ferrari es el
delegado de la CGT, el gobernador My. Domínguez y los dirigentes de la CGT Berón
y Brown. Se produjo un grave incidente en el Ingenio Concepción en donde el
Jefe de la Policía Montada, Sosa, atacó
con un jepps y con gases lacrimógenos a la multitud. Ingresando una de las
bombas en la vivienda del presidente del sindicato de ese ingenio Dionisio
Ferreyra y produjo el ahogo de sus pequeños hijos. Otro policía disparó al aire
un tiro de máuser con fines intimidatorios. Hubo una discusión entre el oficial
Sosa y el dirigente de FOTIA Carlos Márquez, por su actitud. Según los
industriales, no han podido cobrar sus últimas quincenas los obreros, porque
“(…) los empleados adheridos a FEIA en los ingenios se vieron impedidos de
preparar las planillas de pagos.” La Comisión Intergremial se entrevistaron con
el Delegado Mariani (P.E. local) a raíz de los incidentes en el Ingenio
Concepción y exhortaron a sus afiliados a mantener la serenidad. Por la huelga
de municipales murió el obrero Amado Dardo Trassi de 26 años en el Hospital
Padilla. Fue asesinado con un disparo en la nuca por el Director de Investigaciones
Lorenzo Iturbe.[28]
Prosigue el paro en Salta y Jujuy,
preocupa a los industriales la actuación de los huelguistas del Ingenio Ledesma
en Jujuy.[29]
Y finalizó el paro de empleados municipales.[30]
Se reunió Barro, Ministro de industria y
Comercio con los representantes patronales de la industria azucarera, para que
fijen su “posición definitiva” sobre el conflicto e “(…) informen sobre las
exigencias de azúcar en cada uno de los ingenios.” Y el secretariado de la CGT,
encabezados por José G. Espejo con el Consejo Económico Social, por el tema de
los trabajadores azucareros. En los ingenios San Martín de Tabacal y San Isidro
de Salta, prosiguen las medidas gremiales.[31]
Se informó a los legisladores oficialistas, que fue
suspendida la fiesta de la zafra. El gobernador de Tucumán, My. Domínguez se
trasladó a la Cap. Fed., dicha reunión: “(…) contemplará en particular los intereses
de los más necesitados, dada la
importancia del problema social que se plantea. También expondrá la
significación de las pérdidas que sufrirá la economía de la provincia [por la
huelga] (…)”.
Protesta de la FOTIA, por el cierre de su
local por la Policía Federal ordenado por la Dirección Nacional de Trabajo y
Acción Social del Ministerio de Trabajo y Previsión, ante la presentación judicial,
el Juez de Instrucción Dr. Cámara se declaró incompetente. Y la CGT propone que
la masa trabajadora retorne a su labor, sin desconocer sus “reivindicaciones
justificadas”.[32]
Se reunió con el Presidente Perón el
gobernador My. Domínguez por el paro azucarero. Sobre esta cuestión, el Dr.
Cereijo, Presidente del Consejo Económico dijo que: “(…) el problema compete
únicamente al Ministerio de Trabajo y Previsión y al gobernador de Tucumán,
[que] provocó algún desconcierto entre los dirigentes de la FOTIA y de la
FEIA.”[33]
El P.E. provincial aplicó multas a los
ingenios por incumplimiento de “disposiciones sanitarias” a los siguientes
establecimientos azucareros por la suma total de $ 940.000: a) $ 50.000 (S.
Antonio, S. Ramón, La Florida, S. Pablo, Nueva Baviera, La Providencia,
Lastenia, Mercedes, Bella Vista, La Trinidad, Los Ralos, Esperanza y Manantial);
b) $ 40.000 (Concepción); c) $ 30.000 (Leales, S. Juan, Santa Bárbara, La
Fronterita, Santa Lucía y Santa Ana); d) $ 20.000 (Santa Rosa);e) $ 10.000 (Cruz
Alta y Aguilares). “Se funda en el incumplimiento integral de las disposiciones
de las leyes 2027 y 2116 y del decreto 566, [para que] las aguas servidas sean
eliminadas en forma que no constituyan un peligro para la seguridad pública,
antes que sigan su curso por canales y acequias, así como la instalación de
cámaras sépticas o retretes individuales para cada casa habitación construida o
que se construya para empleados y obreros e igualmente para las dependencias
comunes de las fábricas, dentro del radio que abarque su población de
trabajadores, inclusive la provisión de agua potable.” Estima que venció con
exceso el plazo estipulado por la ley 2116 para que los establecimientos
azucareros tengan en pleno funcionamiento los servicios mencionados, y que la
sanción de las leyes está fundamentada por la necesidad imponer a las fábricas
industriales la obligación de proporcionar al personal los servicios sanitarios
imprescindibles. El decreto concede a las empresas un plazo de seis meses, para
poner en funcionamiento los servicios especificados por las leyes y decretos
reglamentarios respectivos.” El gobernador solicitó a los obreros reanudar el
trabajo. Dicha autoridad política, primero se reunió con los dirigentes del
Centro Azucarero Regional (CAR), Dr. Máximo Nougués y Dr. Eduardo Frías Silva y
más tarde (posteriormente) en su despacho con los representantes de la FOTIA y
la FEIA, sin ningún resultado. En Formosa, una manifestación de setenta obreros
se hizo presente frente al diario La Voz Popular, para expresar su
solidaridad con los huelguistas azucareros de Tucumán, Salta y Jujuy.[34]
Los industriales, estaban convencidos
después de la reunión con el gobernador, que podían obligar a los huelguistas a
retornar al trabajo. Sonaron los silbatos de las fábricas a las 8 a.m. . Se
efectuaron asambleas de obreros en las cercanías de las fábricas, en las que se
resolvió continuar con las medidas de fuerza, hasta que no se resolvieran las
demandas salariales. En el Ingenio Esperanza -del departamento de Cruz Alta- en
donde trabajaban 250 obreros, se realizó una asamblea y la mayoría decidió
retornar al trabajo.[35]
En Bella Vista, Concepción, Lastenia,
Amalia, Ñuñorco, Leales y Santa Ana y en otros ingenios, decidieron mantener la
huelga y en algunos se decidió suspender los servicios esenciales, como
limpieza, provisión de agua y servicio de energía eléctrica, pero luego, se
levantaron estas últimas medidas. En una asamblea en el ingenio Amalia, se leyó
un telegrama enviado al Presidente Perón, para que se una solución a las
demandas obreras y lo mismo realizaron los obreros de Leales. Ferrari, delegado
confederal de la CGT, continuó con sus gestiones y se reunió en la casa de
gobierno con los representantes de FOTIA-FEIA, en la que ambos actores,
mantuvieron sus posiciones.[36]
Posteriormente en el ingenio Esperanza,
se plegaron los trabajadores. Además del pedido de mejoras salariales y el
reintegro de la personería gremial a FOTIA, está la solicitud de reconocimiento
de la inscripción de la FEIA en el Ministerio de Trabajo y Previsión, junto al
levantamiento de la clausura de sus locales y sindicatos afiliados,
normalización de actividades de esas federaciones …[37]
En el ingenio de Jujuy Río Grande (La
Mendieta), hubo choques entre los manifestantes y la policía y gendarmería. Según
consigna esta información, después del mediodía ante el llamado al trabajo, retornaban
a sus labores habituales entre 40 a 50
empleados y obreros de ese ingenio, los huelguistas a las órdenes de Hidalgo
Rearte y Teófilo Castillo, armados de piedras, palos y armas de fuego, atacaron
la fábrica.[38]
Y el paro se extendió a los ingenios de Santa Fe, ocasionando importantes
pérdidas.[39]
Fue detenido el Presidente del CAR, Ing.
José María Paz.[40]
Y además fueron detenidos varios dirigentes y obreros azucareros.[41]
En los días siguientes, se levantó la clausura al local de la FOTIA y recuperó
su libertad el Ing. José María Paz, presidente del CAR.[42]
El gobierno nacional en una disputa con
el periodismo opositor ordenó el allanamiento de las oficinas de La Prensa, de
otros dos diarios y de una entidad industrial.[43]
Finalmente, 28 de noviembre se levantó la huelga de
obreros y empleados azucareros[44]
y después de 46 días de paro, se empezó a normalizar el trabajo en los
ingenios. Recobraron la libertad los obreros detenidos y algunos denunciaron
haber sido torturados. A mismo tiempo, reflejando la situación actual, los
ingenios se quejaron por falta de peones rurales para continuar con la zafra.[45]
En la provincia de Jujuy fueron puestos
en libertad, el asesor letrado de la FOTIA, Dr. Esteban Rey y un dirigente
obrero.[46]
El 2 de diciembre el Presidente Juan
Perón, dirigió su palabra a los obreros
azucareros, desde la residencia de la Avenida Alvear, que fue difundido por
radio a todo el país. Un extenso discurso, en donde se refirió al conflicto
salarial y anunció un aumento de salarios que alcanzó al 60%, con
retroactividad al 1° de julio. Perón condenó con diversos epítetos la huelga de
46 días de FOTIA en Tucumán y leyó los nombres de 70 dirigentes …
“(…) Llegan hoy a mi conocimiento y
acción las gestiones realizadas allí [en Tucumán] por la Confederación general
del Trabajo, a fin de terminar con un conflicto que no hubiera tenido razón de
existir, si no hubiera sido provocado por la acción de los malos dirigentes,
por los comunistas infiltrados, los políticos opositores y la falta de
previsión y acción locales. (…) Se también que la masa obrera no tiene nada que
ver con las combinaciones de los que, traicionando el mandato de los sindicatos
han querido engañarlos, traicionando también los verdaderos intereses de los
obreros. Los días de inquietud y necesidad pasados por los compañeros del
Norte, deben ser cargados a la cuenta de los dirigentes, de los comunistas y de
los políticos opositores,
que los han usado (…). El conflicto de los obreros y empleados de la industria
azucarera, que tiene un fondo económico social, ha sido posteriormente
desvirtuado (…). Es incuestionable que dicha rama de la industria necesita un aumento de jornales. (…) los
dirigentes de la F.O.T.I.A. y de la F.E.I.A., buscaron prescindir de tal
central [CGT] (…). (…) el conflicto abarcó las provincias de Tucumán, Salta y
Jujuy, y comenzó el 14 [octubre], tres días antes del 17 de octubre (…). (…) La
clase trabajadora comprende perfectamente que la era de las reivindicaciones de
sus más elementales necesidades, comenzó con la revolución justicialista (…).”[47]
Continuando
con el análisis de la alocución, Perón,
denunció que los dirigentes de FOTIA se hallaban en tratativas con los otros
partidos opositores: socialistas, comunistas, radicales, con la patronal azucarera
… Entre los setenta dirigentes
mencionados, nombró a Doroteo García, miembro del secretariado de la FOTIA y
integrantes de sindicatos de base adheridos a esta federación obrera. Destacadas
figuras de la UCR (Comité Nacional) se desplazaran a Tucumán, para realizar una
activa labor política relacionada con el desarrollo de la huelga azucarera. Y
que Ricardo Balbín estuviera en la provincia de Jujuy. Y dio los nombres de
aproximadamente setenta dirigentes pertenecientes a los ingenios y otras
organizaciones gremiales de Tucumán: La Florida, Bella Vista, Leales,
Concepción, UGTIA, Lastenia, N. Baviera, San Pablo, Unión de Bodegueros y
agitadores profesionales principalmente.[48]
En la Plaza Independencia la CGT,
organizó una concentración para escuchar el discurso de presidente de la
nación. La multitud vitoreó el nombre de Perón cuando anunció el aumento
salarial del 60%. Se encontraban allí dirigiendo el acto, el delegado
interventor de la CGT de FOTIA, Antonio Ferrari y el dirigente de la CGT,
Héctor Brown.[49]
A modo de conclusión
De acuerdo a lo investigado en esta
ponencia, se revela una intensa resistencia de parte de dirigentes y
trabajadores azucareros a la normalización de la FOTIA, que se intentó llevar a
cabo en el período 1950-1955. Un conjunto de medidas, como impugnaciones de
afiliados y elecciones frustradas, llevaron al casi completo fracaso de la
intervención a esa federación obrera.[50]
Me propongo seguir profundizando la historia
de la FOTIA en del primer peronismo. Faltaría la consulta de otras fuentes
primarias como La Gaceta de Tucumán y la Revista Azucarera en donde se
aprecia la voz de los industriales y grandes cañeros. Faltaría también
consultar en los proyectos de dirigentes de FOTIA, devenidos en legisladores provinciales
y nacionales para resolver diferentes cuestiones atinentes al mundo del trabajo
azucarero.
Apreciando como termina la huelga de
1949, se revela que produjo una crisis muy profunda dentro del peronismo de
Tucumán que se había integrado a dirigentes sindicales, por lo que algunos
estuvieron sospechados de alentar la huelga, otros debieron renunciar a su
afiliación a la FOTIA y algunos dejaron sus cargos, legítimamente ganados en
las elecciones nacionales de 1946.
Se podría presentar las siguientes
hipótesis de trabajo, que por la difícil vinculación entre sindicalismo y
peronismo en esa provincia norteña, se habrían constituido dos partidos, dentro
de una amplia coalición que construyó y apoyó a Perón: un partido sindical con
una dilatada trayectoria y un partido político. Y que la pérdida de autonomía
de la FOTIA, a pesar de la intervención y de la reforma del Estatuto en 1950,
no se pudo reflejar en los hechos.
Intentaré demostrar en un próximo
artículo, que la resistencia de los trabajadores azucareros, continuó en su
lucha frente a un peronismo que había disciplinado en teoría los espacios
asociativos de los obreros.
[1]
Ponencia presentada en las V Jornadas de Historia Social, La Falda, Córdoba, 15 de mayo de 2015.
[2] La
universalización de los derechos sociales en el mundo azucarero, debido a la
acción del Cnel. Perón desde la Secretaría de Previsión Social, llevó a
sepultar el modelo filantrópico sostenido por algunos industriales de Tucumán.
Confróntese especialmente en Daniel Campi: “Los ingenios del Norte: un mundo de
contrastes”, en Fernando Devoto y Marta Madero (dir.): Historia de la vida
privada en la Argentina, La Argentina plural: 1870-1930, Bs. As., Editorial
Taurus, 1999, pp. 189-221. La importancia de los testimonios de antiguos
trabajadores y dirigentes de FOTIA, no impide una contrastación con discursos y procederes de aquella primera
época del peronismo en Tucumán y el Norte, hacia los movimientos sociales del
mundo azucarero.
[3]“ Los
iniciadores del sindicalismo azucarero”, (…) “Las pocas organizaciones obreras
que existen [antes de 1944], están constituidas, como siempre, como núcleos
clandestinos que actúan sobre todo en la ciudad de Famaillá –ocultados en algún
sindicato de oficios varios- y en Mercedes, Florida, La Fronterita y en otros
lugares, sobre todo en el departamento de Cruz Alta. En los alrededores de
1939, solamente en un ingenio funciona con local propio un sindicato: en San
Pablo. Juan O. Taire, Azúcar para el monopolio (1969), 2ª. edición, Bs. As.,
Ediciones del Pago Chico, 2006, pág. 40. Sobre sindicatos obreros y acciones de
resistencia en ingenios y surco cañero, han sido estudiados
por la historiadora María Ullivarri: Trabajadores, sindicatos y política en Tucumán.
1930-1943, Tesis doctoral en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Bs.
As., 2010, sobre todo ver especialmente pp.
168-181 y 276-288 y “Sindicatos en ‘la capital del azúcar’. Organización
y lucha en el mundo del trabajo de la provincia de Tucumán (Argentina),
1930-1943” en: Historia Agraria, 55. Diciembre 2011, pp. 101-133, SEHA. Ver
también: Esteban Piliponsky: ¿Sindicatos fuertes con poder de negociación
débil. Análisis del sindicalismo tucumano previo al surgimiento del peronismo”,
A Contracorriente, Una revista de historia social y literatura de América
Latina, vol. 10, N° 1, 2012, pp. 310-333.
[4]
Fragmento del discurso de Perón en la asunción del cargo de Secretario de
Trabajo y Previsión, el 2 de diciembre de 1943. Citado por Juan Carlos Torre: “Introducción
a los años peronistas”, pág. 206.
[5]
Federación Obrera de la Industria Azucarera.
[6]
Ver trabajos sobre la gobernación de
Sabattini y el “sabattinismo en Córdoba y la
de Fresco en Provincia de Buenos
Aires.
[7] Existe
una amplia bibliografía. Gino Germani: “El surgimiento del peronismo: el rol de
los obreros y los migrantes internos”, en Desarrollo Económico, Bs. As. 1973,
13, (51), pp. 435-488 y trabajos anteriores; Miguel Murmis y J. C. Portantiero:
Estudios sobre los orígenes del peronismo, Bs. As., Editorial Siglo XXI, 1971;
Daniel James: Resistencia e integración. El peronismo y la clase obrera
argentina, 1946-1976. Bs. As., Editorial Sudamericana, 1990. Louis Doyon: “La formación del sindicalismo
peronista”, en Waldo Ansaldi y otros, Argentina. La construcción de un país,
1ª. edición, Bs. As., Editorial Sudamericana, 2009, pp. 259-305 (Extraído
del tomo VIII, Los años peronistas,
dirigido por Juan Carlos Torre, 2002; Juan Carlos Torre: La vieja guardia
sindica y Perón (1990), 2ª. edición, Bs. As., 2014; Moira Mackinnon: Los años formativos de
Partido Peronista (1946-1950), Bs. As., Editorial Siglo XXI, 2002. Para
profundizar las vinculaciones entre el Laborismo y Perón, entre otros trabajo
se recomienda: Santiago Senén González: Laborismo. El Partido de los
Trabajadores, Bs. As., Ediciones Capital Intelectual, 2014.
[8] Gustavo
Rubinstein: Las políticas sociales del primer peronismo (1946-1950), Tucumán,
Jornadas de Historia Económica UNT, septiembre 2000; Los sindicatos azucareros
en los orígenes del peronismo tucumano, 1ª. edición, Tucumán, Universidad
Nacional de Tucumán, 2006; “El Estado peronista y la sindicalización de los
trabajadores azucareros”, en Darío Macor y César Tcach (editores), La invención
el peronismo en el interior del país,
Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, 2003, pp. 319-363; “La ‘Llave del
norte’. El Partido Peronista: Hegemonía política y conflictos internos,
1946-1955”, en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer
peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán,
EDUNT, 2012, pp. 57-93.
[9] Sobre
los cambios de la economía argentina, su
impacto en los costos laborales en la agroindustria azucarera y las respuestas
de los industriales -tema muy polémico-
existen varios trabajos. Principalmente, G. Rubinstein: “Los trabajadores del
azúcar. Las políticas sociales del primer peronismo (1946-1950), UNT, ….; Ariel
Osatinsky: empresarios azucareros frente a las reformas laborales del primer
peronismo (1943-1949), Bs. As., 5° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo,
ASET, 1-3 agosto 2001 y Matilde María Silvia: “Las políticas económicas y
sociales del primer peronismo y sus repercusiones. El caso de la reacción del
empresariado azucarero tucumano, 1943-1949”, América Latina en la Historia
Económica, N° 22, julio-diciembre, 2004, pp. 11-27; Noemí Girbal-Blacha: Mitos,
paradojas y realidasdes en la Argentina peronista (1946-1955). Una
interpretación histórica de sus decisiones político-económicas, 1ª. edición,
Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2003.
[10] Florencia Gutiérrez: “FOTIA y sindicatos de base:
tensiones y conflictos en el proceso de sindicalización azucarera. Tucumán,
1944-1955”, en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer
peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán,
EDUNT, 2012, pp. 133-169; La irrupción
del poder obrero en los ingenios azucareros: avances, límites y
cuestionamientos. Tucumán, 1944-1949, en Quinto Sol,
Vol. 18, Nº 2, julio-diciembre 2014, edición on-line impresa, pp. 1-23.
[11] G.
Rubinstein: “Evolución de los salarios de los obreros azucareros durante el
primer peronismo (1946-1949)”, Bs. As., 5° Congreso Nacional de Estudios del
Trabajo, ASET, agosto 2001. Cuestiones
que han sido retomadas y completadas por algunos de los autores precitados.
[12] Hago la
salvedad de autores clásicos, como Emilio Schleh: y Daniel Santamaría: Azúcar y sociedad en el
noroeste argentino, Bs. As. Ediciones del IDES, n° 11, 1986, PP. 96-121, entre
otros. Actualmente: María Ullivarri, trabajos ya citados; Ana Josefina
Centurión: “Estructuras, representaciones sociales y estrategias. Los
trabajadores azucareros del Ingenio San Pablo. Tucumán, 1930-1950”, en 5°
Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, Bs. As., ASET, agosto 2001 y Esteban
Piliponsky: ¿Sindicatos fuertes con poder de negociación débil. Análisis del
sindicalismo tucumano previo al surgimiento del peronismo”, A Contracorriente,
Una revista de historia social y literatura de América Latina, vol. 10, N° 1,
2012, pp. 310-333;
[13]
María Ullivarri, tesis doctoral citada, pág. 168.
[14]
María Ullivarri, op. cit., pág. 169.
[15]
Dossier. Entrevistas a sindicalistas azucareros: a Carlos Aguilar por Fernando
Siviero (1988), en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer
peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán,
EDUNT, 2012, pp. 282-283.
[16] Florencia
Gutiérrez: “FOTIA y sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de
sindicalización azucarera. Tucumán, 1944-1955”, en Florencia Gutiérrez y
Gustavo Rubinstein (comps.): El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas
perspectivas, 1ª. edición, Tucumán, EDUNT, 2012, pp. 144-149; La irrupción del poder obrero en los ingenios
azucareros: avances, límites y cuestionamientos. Tucumán, 1944-1949, en Quinto Sol, Vol. 18, Nº 2, julio-diciembre 2014, edición on-line
impresa, pp. 1-23 y “La dirigencia de
FOTIA y los sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de
sincalización azucarera. Tucumán, 1944-1955, edición on-line historia.com,
Programa Buenos Aires de Historia Politica del Siglo XX.
[17]
La Nación, 6 de Octubre, pág. 8.
[18]
La Prensa, 12 de Octubre, pág. 8.
[19]
La Nación, 14 de Octubre, pág. 3.
[20]
La Prensa, 15 de Octubre, pág. 8.
[21]
La Prensa, 24 de Octubre 1949, pág. 9.
[22]
La Prensa, 26 de Octubre 1949, pág. 7.
[23]
La Prensa, 27 de Octubre 1949, pág. 5. Y la policía clausuró el local de
la Federación de Empleados (FEIA).
[24]
La Prensa, 28.10.1949, pág. 7.
[25]
La Prensa, 29.10.1949, pág. 7.
[26]
La Prensa, 30.10.1949, pág. 7.
[27]
La Prensa, 31.10.1949, pág. 10.
[28]
La Nación, 1.11.1949, pág. 3.
[29]
La Prensa, 2.11.1949, pág. 7.
[30]
La Nación, 3.11.1949, pág. 2.
[31]
La Nación, 4.11.1949, pág. 2.
[32]
La Prensa: 6.11.1949, pág. 6 y La Nación: 6.11.1949, pág. 4.
[33]
La Nación: 8.11.1949, pág. 4.
[34]
La Nación: 9.11.1949, pág. 3.
[35] El
Interventor –Presidente del Organismo Financiador de Empresas Mixtas
Privado-Estatales, Touceda Humano, exhortó en la asamblea volver al trabajo en
el ingenio Esperanza porque tenía las seguridades del gobierno nacional de que
serían escuchadas sus demandas. Luego habló Bulacio, presidente del sindicato
de esa fábrica, que estaba de acuerdo en general con lo manifestado por el
interventor. La Nación: 10.11.1949, pág. 4.
[36] La
Nación: 10.11.1949, pág. 4.
[37]
La Nación: 11.11.1949, pág. 7.
[38]
La Nación: 12.11.1949, pág. 2.
[39]
La Nación: 15.11.1949, pág. 8. Y se levantó la incomunicación al Dr.
Esteban Rey.
[40]
La Nación: 20.11.1949, pág. 6.
[41]
La Nación: 21.11.1949, pág. 8.
[42]
La Nación: 22.11.1949, pág. 8.
[43]
La Nación: 24.11.1949, pág. 4, 25.11.1949, pág. 4 y 26.11.1949, pág. 5.
[44]
La Nación: 29.11.1949, pág. 8.
[45]
La Nación: 30.11.1949, pág.8.
[46]
La Nación: 2.12.1949, pág. 2.
[47]
La Nación: 3.12.1949, pág. 1.
[48]
La Nación: 3.12.1949, pág. 4.
[49]
Ibíd., pág. 4.
[50] Ver:
Florencia Gutiérrez: “La dirigencia de FOTIA y los sindicatos de base:
tensiones y conflictos en el proceso de sindicalización azucarera. Tucumán,
1944-1955, edición on-line historia.com, Programa Buenos Aires de Historia
Politica del Siglo XX.
No hay comentarios:
Publicar un comentario