sábado, 20 de junio de 2015

LA HUELGA DE FOTIA DEL AÑO 1949





Título de la ponencia: “Resignificando la huelga de FOTIA (Federación Obrera de la Industria Azucarera) del año 1949. El dilema de hierro: la lucha entre la autonomía de los sindicatos de ingenios y surcos cañeros y la obediencia al presidente Juan Perón”[1]
Pedro García Posse (Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación-UNLP)
“Antes de 1943 no había asistencia médica. No había vacaciones. No había ley de accidentes. No había nada”, Héctor Ángel Lobo, Los dueños de la zafra. Vida y trabajos en un ingenio azucarero (La Fronterita), 1996, pág. 73.[2]
“(…) El hecho que el Cnel. Juan D. Perón haya impulsado el desarrollo del gremialismo en los ingenios azucareros es el acto más revolucionario que haya producido.” Juan Octaviano Taire, Azúcar para el monopolio (1969), 2006, pág. 40.[3]
“(…) Con la creación de la Secretaría de Trabajo y Previsión se inicia la Era de la Justicia Social en la Argentina.”[4]

Abstract
La década del ’20 se caracterizó en el norte argentino por la lucha y concreción de  mejoras sociales en el  mundo azucarero. Posteriormente con la caída del gobierno de Hipólito Yrigoyen -debido al golpe militar de Uriburu-, perdió visibilidad la lucha gremial del trabajador de esa importante agroindustria. Sólo a partir del segundo lustro de la década del ’30, comenzaron a reorganizarse los sindicatos tanto socialistas como los de orientación comunista. La acción gremial de Perón a través de la Secretaría de Previsión, permitió que surgiera una federación que nucleaba a los trabajadores azucareros de los principales epicentros agroindustriales. Ese nucleamiento se lo conoce por sus siglas: FOTIA[5]
La amplia autonomía sindical que gozaban los trabajadores azucareros,  los condujo a enfrentarse con el verticalismo que pretendían imponerles los delegados de la CGT y toda la presión política de que hizo gala el gobierno peronista.
El año 1949 resultó ser el punto de inflexión, de una zigzaguiante conflictividad social (1945-1948) de la FOTIA, que los llevó a conquistas sociales trascendentes, siempre vistos los obreros azucareros con simpatía por el presidente Perón, por ciertos gestos y actitudes del pasado reciente.
1949 fue el año que marcó el ocaso -durante el resto del primer peronismo-, de esa importante federación azucarera, después del escrache público de los principales dirigentes de FOTIA en un inolvidable discurso de Perón.
El objetivo de este trabajo es estudiar y comprender el contexto político, gremial y social en el que se desarrollaron las huelgas de los obreros  de la FOTIA, en los meses octubre, noviembre y diciembre de 1949.
¿Qué incidencia tuvieron en ese proceso de endurecimiento de la FOTIA, los dirigentes socialistas, comunistas, laboristas y radicales?
¿Cuáles fueron las motivaciones por las que no se pudo solucionar lo peticionado por la federación de trabajadores azucareros?
¿Cómo entendían aquella situación de alta conflictividad gremial, los propios dirigentes y políticos azucareros que sentían la “causa peronista”?
¿Qué estrategias utilizaron en ese prolongado conflicto social los dirigentes de FOTIA y los sindicatos de base?
¿Cuáles fueron las acciones y operaciones desplegadas por el gobierno peronista, para torcer el brazo de aquella organización del mundo del trabajo azucarero?
¿De qué manera concluyó esta huelga en diciembre de 1949?
¿Qué sucedió con los líderes fotistas? ¿Dejaron de ser peronistas? ¿Fueron “perseguidos políticos”? Y con la Federación Obrera: ¿cuál fue su derrotero hasta 1955?
Hacia estos y otros planteos deseo acercar: preguntas, reflexiones y más datos, que iluminen aquella época del primer peronismo. El material de trabajo, está sustentado en una profusa cantidad de información, sobre todo de los principales periódicos de la época, como: La Gaceta de Tucumán, La Prensa, La Nación y La Vanguardia. Además de la publicación mensual de los industriales y cañeros: La Revista Azucarera y otra documentación empresaria. Se considerarán los testimonios de los principales protagonistas de la etapa fundacional de la FOTIA, los trabajos académicos principalmente realizados por los historiadores de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) y otras fuentes documentales.

Estudiar la relación entre el sindicalismo y el peronismo, provoca un apasionamiento, del que es difícil prescindir. Profundizar la historia de la Federación Obrera de la Industria Azucarera (FOTIA) y la compleja trama que se desarrolla en los años 1944-1949, con el poder político y sindical peronista, conduce a muchas preguntas y respuestas, que se van complejizando a medida que vemos cómo avanza la acción de la FOTIA y los sindicatos de base en Tucumán, y que se van sumando otras provincias azucareras a su influjo (influencia).
En este primer avance de investigación, como mencioné anteriormente, elegí abordar la “huelga larga” que se desarrolló en Tucumán, en el último trimestre (octubre-diciembre) del año 1949.
Si partiéramos del supuesto de que la mejora de la clase obrera y la construcción del sindicalismo (adicto) comenzó con Perón, desde su llegada a la Secretaría de Trabajo y Previsión en 1944, estaríamos falsificando la realidad. Los gobiernos radicales, especialmente el de Hipólito Yrigoyen, habían colaborado con la fundación de varios sindicatos. Y la “etapa preperonista” específicamente desde mediados de la década del 30’, presentó con la “Concordancia” en Tucumán, un modelo social diferente al conservador.[6]
Pensando en voz alta, esta época, concentra mitos, dilemas, paradojas, contradicciones, confrontaciones y realidades, que hacen tan apasionante su estudio de parte de investigadores argentinos y extranjeros.
Lo particular del año 1949, fue que la decisión de FOTIA de enfrentar directamente a su líder, a pesar de los ambagues discursivos. (inflación de 1948). La explosión de representación obrera y la “peronización” de los dirigentes azucareros  se produce, como ya mencionamos, por el apoyo directo a los trabajadores azucareros de parte de Perón y luego la receptividad de Evita. Este fenómeno de ciudadanía sindical, condujo a la política a “hombres nuevos”, que ocuparon cargos políticos desde concejales en las ciudades hasta escaños en el Congreso Nacional. Fue la marea democrática que llegaba con Perón presidente en 1946.
A priori hay que señalar que la huelga de 1949, involucró a tantos actores sociales, que complejiza el análisis de ese movimiento social en industria azucarera. Involucró a más de 100.000 trabajadores azucareros de fábrica y de surco, que detuvieron la molienda de caña de la mayoría de los ingenios, junto a los dedicados a tareas de cosecha. La alianza entre la federación obrera (FOTIA) con la agremiación de empleados de ingenio, llevó a que existiese -como argumentaban los industriales- problemas para realizar las liquidaciones de los trabajadores. Se produjeron huelgas en ingenios de Salta y Jujuy. Dificultades en Formosa, Misiones y Santa Fe. De allí que ese desafío directo a Perón, a pesar de todos los intentos de sus dirigentes de no confrontar directamente, la grave situación social por la que atravesaban aquellos trabajadores,  condujo a que se cumpliese un altísimo acatamiento. La inflación de 1948, a pesar del aumento del 20% de comienzos del año 1949, había restado poder adquisitivo a los salarios de los azucareros y ello obligó a pesar de sus simpatías demostradas desde el primer momento, que sostuvieran las medidas de fuerza.
La historiografía es muy profusa acerca de la relación entre sindicalismo y peronismo.[7] La historiadora Louise Doyon ha profundizado sobre este tópico y las contradicciones que se produjeron en el movimiento obrero filo-peronista en donde los líderes obreros tuvieron la disyuntiva de luchar entre la autonomía gremial y la subordinación política al gobierno y a sus funcionarios en el primer peronismo.
El estudio del sindicalismo tucumano durante el primer peronismo, es un tema relativamente reciente. Gustavo Rubinstein es el primero que habla de “disciplinamiento” de la masa trabajadora azucarera, desde el análisis del discurso del presidente Perón acerca de la cuestión azucarera[8], siguiendo un enfoque marcadamente político. A pesar de los intentos de los dirigentes de FOTIA de no enfrentarse a Perón, por los reclamos salariales, todas sus acciones de rebeldía condujeron a ello. Es que las condiciones económicas del año 1949, eran muy distintas al período anterior (1943-1948)[9], y eso motivó el endurecimiento del gobierno peronista hacia las demandas obreras. Finalmente luego de 46 días de huelga, el paro se levanta y Perón desde la Plaza de Mayo, el 2 de diciembre de 1949, “escracha” públicamente a los dirigentes peronistas tucumanos y otorga a los trabajadores azucareros un aumento del 60% e interviene indefinidamente a la FOTIA y  a la CGT. Florencia Gutiérrez[10], estudia un período 1944-1955, desde el conflictividad social en el área azucarera, realizando una “resignificación” de la lucha obrera desde los sindicatos de base hasta los organizados por la Federación Obrera (FOTIA). Recorrer los diferentes conflictos en los ingenios, por motivos también diversos, a través de la lectura que hace esta historiadora tucumana, nos trae al presente, una época en donde los obreros de ingenio y peones de surco, volvían a levantar banderas de “justicia social”, que sólo habían sido enarboladas en forma clandestina –en 1935-1943- y sin la apertura y masividad que les permitió el peronismo. Ahora en 1949, ya no se podía retroceder ante las conquistas sociales otorgadas por el gobierno y la aparición de un hombre nuevo, “el trabajador peronista”. Sin olvidar que la lucha planteada estuviera fogoneada por la vieja guardia sindical y otras fuerzas opositoras al gobierno peronista.
También el historiador Rubinstein[11] ha tratado sobre la evolución de los salarios de los trabajadores del azúcar, en esta época.

Condiciones materiales de existencia y de trabajo de los peones azucareros en Tucumán, (1930-1943)

Existen pocos trabajos,  que se hayan dedicado a la cuestión social en el mundo del azúcar para ese período[12]. María Ullivarri señala que: “Al interior de los territorios de ingenio, la vida de los trabajadores no era fácil. Las malas condiciones de vivienda, salud e higiene se acompañaban de salarios miserables, elevados precios en las proveedurías y, muchas veces, métodos de pago no monetario.”[13]
Los relatos en el área azucarera, donde se mezclan, características de explotación, maltrato, coacción y actos de sumisión. Extensamente analizados  estos aspectos por Ullivarri. Estos abusos, generaron un sinnúmero de respuestas por parte de los peones, tales como robos, sabotajes, quema de cañaverales, rebeliones entre otras modalidades de protesta[14].

La primavera de los trabajadores: el surgimiento de FOTIA

La mayoría de los historiadores coincide en que el gremialismo azucarero se creó al calor de la acción del Cnel. Perón desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, el 4 de mayo de 1944. Su organizador Carlos Aguilar, Director del Departamento Provincial  del Trabajo y luego con la llegada de Perón a la Secretaría de Trabajo y Previsión, Delegado Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión (1943-1944) y decía en una entrevista: “(…) Lo cierto es que visitamos todo (…) el primer hombre que se atrevió [fue] Cabezas, que era del ingenio Leales. Y por ahí de Villa Fiad (…) hicimos la primera reunión. (…) Al poco tiempo apareció Amalia, que entonces estaba casi en la ciudad. Y de ahí salió el famoso Benito Borjas Celis.”[15]

Introducción a la conflictividad social azucarera (1944-1949)
1)    Agosto de 1944: FOTIA presenta un petitorio y el gobierno en el decreto N° 678, promulgado el 13 de enero de 1945, amplía el escalafón de los obreros azucareros con 112 especialidades (62 de fábrica y 50 de surco)
2)    Fines de mayo de 1945: FOTIA decidió la huelga general en toda la provincia, por falta de observancia del decreto N° 678
3)    Junio de 1945: FOTIA, solicitó la mediciación en el conflicto, intervención provincial
4)    13 de octubre de 1945: FOTIA declaró por segunda vez, la huelga general, y marcharon columnas de trabajadores azucareros hasta Plaza Independencia en San Miguel de Tucumán, desde la noche del 16 de octubre para exigir que liberen a Perón
5)    Enero de 1946: FOTIA declaró el paro total de actividades en reclamo del cumplimiento del pago del aguinaldo,  se levanta el paro el 15 de enero y en febrero el gobierno nacional giró el dinero “para hacer frente al nuevo derecho laboral”
6)    Junio de 1946, el gobierno aumentó la clasificación de tareas azucareras de 112 a 285
7)    Septiembre de 1946: Manuel Parés, renunció como Delegado Regional de la Secretaría de Trabajo y Previsión, por la “indisciplina obrera”
8)    5 octubre de 1946: huelga general por tiempo indeterminado en apoyo a la gestión de Parés enfrentados a los cuestionamientos de los dirigentes de los ingenios Amalia y Concepción. Estos hechos revelan los “desencuentros” entre FOTIA y los sindicatos de base como señala Florencia Gutiérrez
9)    15 de enero de 1947: FOTIA levantó la huelga
10) Abril de 1947: protesta de sindicatos de base que no aceptan la mediación del Banco Central en los conflictos con industriales y cañeros
11) Junio de 1947: volvió a cambiar la cantidad de especialidades en el trabajo para llegar a 444
12) Julio de 1948: FOTIA presentó un petitorio de 60 puntos y estaban incluidos los obreros del surco
13)  6 de septiembre de 1948: FOTIA declara la huelga general
14)  Octubre de 1948: cierre del ingenio Esperanza y despido en masa de sus obreros
15)  Noviembre de 1948: FOTIA publica un nuevo memorial
16)  Los industriales aluden la baja productividad de la zafra del año de 1948, y se producen despidos en muchos ingenios
17)  Febrero de 1949: el Estado aumenta el 20% de los salarios[16]


 46 días de resistencia

El gobierno provincia dispuso la construcción de hospitales en los ingenios[17], para intentar con esta medida desactivar el paro obrero.
Las peticiones de FOTIA, no obtenían las respuestas esperadas, ni de los actores azucareros, políticos ni sindicales, por lo que emplazaron por 48 horas a los industriales y a los cañeros[18].
“En ocho ingenios se ha puesto fin a la molienda.  (…) los ingenios Corona, San Antonio, San Ramón, Trinidad, Cruz Alta, Marapa, Ñuñorco y Florida.[19]
El 15 de Octubre, declaró la huelga general en los ingenios azucareros de la provincia de Tucumán, que se extendió también en dos fábricas de Jujuy[20].
El Poder Ejecutivo provincial, ordenó que la policía reprimiera las reuniones de los obreros y empleados de esta industria. Y la FOTIA emitió un comunicado al respecto. [21]
Debido a la falta de permiso de la policía los sindicatos azucareros (FOTIA y FEIA) no se pudieron reunir. El Sindicato del ingenio Bella Vista, emitió un comunicado.[22]
Como los obreros y empleados de esta agroindustria, decidieron proseguir con el paro, la respuesta estatal consistió en retirarle la personería (jurídica) a ambas entidades y la policía allanó los locales de las mismas.[23]
La situación se fue complicando aún más. Llegaron comisionados de la CGT a Tucumán, que se reunieron con el gobernador. Se produjo una gestión de los cañeros para solucionar el conflicto. En Bella Vista chocaron los manifestantes y la policía. En Salta continúa el paro y en Jujuy, y la policía detuvo al asesor letrado de la FOTIA Dr. Esteban Rey. Y continuaron los problemas en el ingenio Ledesma,[24]agravándose la situación en los ingenios jujeños y la policía provocó numerosas detenciones entre los trabajadores. Mientras que en Tucumán, se suceden propuestas de los mediadores (CGT) y a pesar de las presiones de los industriales para que el personal reanude el trabajo, el paro sigue firme. Presentación de la FEIA ante la justicia, declaración del CAR (Centro Azucarero Regional) y el Sindicato del ingenio La Trinidad emitió un comunicado. Y en Salta prosigue el conflicto. Al mismo tiempo, el Ministerio de Trabajo aclaró una cuestión (tema).[25]
Los industriales afirmaron que están sufriendo serios problemas económicos por la baja productividad con respecto a la zafra anterior (1948). Hubo incidentes en la Delegación Regional. Y el Director Nacional del Azúcar se encuentra en Tucumán. La FOTIA repudió las medidas policiales en un comunicado, que respondió la CGT. En los ingenios de Salta se mantiene el conflicto. Y el ingenio La Esperanza de Jujuy reanudó en forma parcial el trabajo.[26]
La FOTIA y la FEIA realizaron un comunicado, que respondieron los Interventores de la CGT. Declaración del Sindicato de Obreros del Ingenio Santa Lucía. Manifestaciones obreras en el Ingenio Florida. La FOTIA presentó otro habeas corpus al Juez Federal, a favor de los detenidos.[27]
Sigue la huelga dispuesta por el Comité Intergremial que actúa en forma secreta que están enfrentados a los representantes de la CGT y a los interventores de la FOTIA. Ferrari es el delegado de la CGT, el gobernador My. Domínguez y los dirigentes de la CGT Berón y Brown. Se produjo un grave incidente en el Ingenio Concepción en donde el Jefe de la Policía  Montada, Sosa, atacó con un jepps y con gases lacrimógenos a la multitud. Ingresando una de las bombas en la vivienda del presidente del sindicato de ese ingenio Dionisio Ferreyra y produjo el ahogo de sus pequeños hijos. Otro policía disparó al aire un tiro de máuser con fines intimidatorios. Hubo una discusión entre el oficial Sosa y el dirigente de FOTIA Carlos Márquez, por su actitud. Según los industriales, no han podido cobrar sus últimas quincenas los obreros, porque “(…) los empleados adheridos a FEIA en los ingenios se vieron impedidos de preparar las planillas de pagos.” La Comisión Intergremial se entrevistaron con el Delegado Mariani (P.E. local) a raíz de los incidentes en el Ingenio Concepción y exhortaron a sus afiliados a mantener la serenidad. Por la huelga de municipales murió el obrero Amado Dardo Trassi de 26 años en el Hospital Padilla. Fue asesinado con un disparo en la nuca por el Director de Investigaciones Lorenzo Iturbe.[28]
Prosigue el paro en Salta y Jujuy, preocupa a los industriales la actuación de los huelguistas del Ingenio Ledesma en Jujuy.[29] Y finalizó el paro de empleados municipales.[30]
Se reunió Barro, Ministro de industria y Comercio con los representantes patronales de la industria azucarera, para que fijen su “posición definitiva” sobre el conflicto e “(…) informen sobre las exigencias de azúcar en cada uno de los ingenios.” Y el secretariado de la CGT, encabezados por José G. Espejo con el Consejo Económico Social, por el tema de los trabajadores azucareros. En los ingenios San Martín de Tabacal y San Isidro de Salta, prosiguen las medidas gremiales.[31]  
Se informó a los legisladores oficialistas, que fue suspendida la fiesta de la zafra. El gobernador de Tucumán, My. Domínguez se trasladó a  la Cap. Fed., dicha reunión: “(…) contemplará en particular los intereses de los más necesitados, dada la importancia del problema social que se plantea. También expondrá la significación de las pérdidas que sufrirá la economía de la provincia [por la huelga] (…)”.
 Protesta de la FOTIA, por el cierre de su local por la Policía Federal ordenado por la Dirección Nacional de Trabajo y Acción Social del Ministerio de Trabajo y Previsión, ante la presentación judicial, el Juez de Instrucción Dr. Cámara se declaró incompetente. Y la CGT propone que la masa trabajadora retorne a su labor, sin desconocer sus “reivindicaciones justificadas”.[32]
Se reunió con el Presidente Perón el gobernador My. Domínguez por el paro azucarero. Sobre esta cuestión, el Dr. Cereijo, Presidente del Consejo Económico dijo que: “(…) el problema compete únicamente al Ministerio de Trabajo y Previsión y al gobernador de Tucumán, [que] provocó algún desconcierto entre los dirigentes de la FOTIA y de la FEIA.”[33]
El P.E. provincial aplicó multas a los ingenios por incumplimiento de “disposiciones sanitarias” a los siguientes establecimientos azucareros por la suma total de $ 940.000: a) $ 50.000 (S. Antonio, S. Ramón, La Florida, S. Pablo, Nueva Baviera, La Providencia, Lastenia, Mercedes, Bella Vista, La Trinidad, Los Ralos, Esperanza y Manantial); b) $ 40.000 (Concepción); c) $ 30.000 (Leales, S. Juan, Santa Bárbara, La Fronterita, Santa Lucía y Santa Ana); d) $ 20.000 (Santa Rosa);e) $ 10.000 (Cruz Alta y Aguilares). “Se funda en el incumplimiento integral de las disposiciones de las leyes 2027 y 2116 y del decreto 566, [para que] las aguas servidas sean eliminadas en forma que no constituyan un peligro para la seguridad pública, antes que sigan su curso por canales y acequias, así como la instalación de cámaras sépticas o retretes individuales para cada casa habitación construida o que se construya para empleados y obreros e igualmente para las dependencias comunes de las fábricas, dentro del radio que abarque su población de trabajadores, inclusive la provisión de agua potable.” Estima que venció con exceso el plazo estipulado por la ley 2116 para que los establecimientos azucareros tengan en pleno funcionamiento los servicios mencionados, y que la sanción de las leyes está fundamentada por la necesidad imponer a las fábricas industriales la obligación de proporcionar al personal los servicios sanitarios imprescindibles. El decreto concede a las empresas un plazo de seis meses, para poner en funcionamiento los servicios especificados por las leyes y decretos reglamentarios respectivos.” El gobernador solicitó a los obreros reanudar el trabajo. Dicha autoridad política, primero se reunió con los dirigentes del Centro Azucarero Regional (CAR), Dr. Máximo Nougués y Dr. Eduardo Frías Silva y más tarde (posteriormente) en su despacho con los representantes de la FOTIA y la FEIA, sin ningún resultado. En Formosa, una manifestación de setenta obreros se hizo presente frente al diario La Voz Popular, para expresar su solidaridad con los huelguistas azucareros de Tucumán, Salta y Jujuy.[34]
Los industriales, estaban convencidos después de la reunión con el gobernador, que podían obligar a los huelguistas a retornar al trabajo. Sonaron los silbatos de las fábricas a las 8 a.m. . Se efectuaron asambleas de obreros en las cercanías de las fábricas, en las que se resolvió continuar con las medidas de fuerza, hasta que no se resolvieran las demandas salariales. En el Ingenio Esperanza -del departamento de Cruz Alta- en donde trabajaban 250 obreros,  se  realizó una asamblea y la mayoría decidió retornar al trabajo.[35]
En Bella Vista, Concepción, Lastenia, Amalia, Ñuñorco, Leales y Santa Ana y en otros ingenios, decidieron mantener la huelga y en algunos se decidió suspender los servicios esenciales, como limpieza, provisión de agua y servicio de energía eléctrica, pero luego, se levantaron estas últimas medidas. En una asamblea en el ingenio Amalia, se leyó un telegrama enviado al Presidente Perón, para que se una solución a las demandas obreras y lo mismo realizaron los obreros de Leales. Ferrari, delegado confederal de la CGT, continuó con sus gestiones y se reunió en la casa de gobierno con los representantes de FOTIA-FEIA, en la que ambos actores, mantuvieron sus posiciones.[36]
Posteriormente en el ingenio Esperanza, se plegaron los trabajadores. Además del pedido de mejoras salariales y el reintegro de la personería gremial a FOTIA, está la solicitud de reconocimiento de la inscripción de la FEIA en el Ministerio de Trabajo y Previsión, junto al levantamiento de la clausura de sus locales y sindicatos afiliados, normalización de actividades de esas federaciones …[37]
En el ingenio de Jujuy Río Grande (La Mendieta), hubo choques entre los manifestantes y la policía y gendarmería. Según consigna esta información, después del mediodía ante el llamado al trabajo, retornaban a sus labores habituales entre  40 a 50 empleados y obreros de ese ingenio, los huelguistas a las órdenes de Hidalgo Rearte y Teófilo Castillo, armados de piedras, palos y armas de fuego, atacaron la fábrica.[38] Y el paro se extendió a los ingenios de Santa Fe, ocasionando importantes pérdidas.[39]
Fue detenido el Presidente del CAR, Ing. José María Paz.[40] Y además fueron detenidos varios dirigentes y obreros azucareros.[41] En los días siguientes, se levantó la clausura al local de la FOTIA y recuperó su libertad el Ing. José María Paz, presidente del CAR.[42]
El gobierno nacional en una disputa con el periodismo opositor ordenó el allanamiento de las oficinas de La Prensa, de otros dos diarios y de una entidad industrial.[43]
Finalmente,  28 de noviembre se levantó la huelga de obreros y empleados azucareros[44] y después de 46 días de paro, se empezó a normalizar el trabajo en los ingenios. Recobraron la libertad los obreros detenidos y algunos denunciaron haber sido torturados. A mismo tiempo, reflejando la situación actual, los ingenios se quejaron por falta de peones rurales para continuar con la zafra.[45]
En la provincia de Jujuy fueron puestos en libertad, el asesor letrado de la FOTIA, Dr. Esteban Rey y un dirigente obrero.[46]
El 2 de diciembre el Presidente Juan Perón,  dirigió su palabra a los obreros azucareros, desde la residencia de la Avenida Alvear, que fue difundido por radio a todo el país. Un extenso discurso, en donde se refirió al conflicto salarial y anunció un aumento de salarios que alcanzó al 60%, con retroactividad al 1° de julio. Perón condenó con diversos epítetos la huelga de 46 días de FOTIA en Tucumán y leyó los nombres de 70 dirigentes …
 “(…) Llegan hoy a mi conocimiento y acción las gestiones realizadas allí [en Tucumán] por la Confederación general del Trabajo, a fin de terminar con un conflicto que no hubiera tenido razón de existir, si no hubiera sido provocado por la acción de los malos dirigentes, por los comunistas infiltrados, los políticos opositores y la falta de previsión y acción locales. (…) Se también que la masa obrera no tiene nada que ver con las combinaciones de los que, traicionando el mandato de los sindicatos han querido engañarlos, traicionando también los verdaderos intereses de los obreros. Los días de inquietud y necesidad pasados por los compañeros del Norte, deben ser cargados a la cuenta de los dirigentes, de los comunistas y de los políticos opositores, que los han usado (…). El conflicto de los obreros y empleados de la industria azucarera, que tiene un fondo económico social, ha sido posteriormente desvirtuado (…). Es incuestionable que dicha rama de la industria necesita un aumento de jornales. (…) los dirigentes de la F.O.T.I.A. y de la F.E.I.A., buscaron prescindir de tal central [CGT] (…). (…) el conflicto abarcó las provincias de Tucumán, Salta y Jujuy, y comenzó el 14 [octubre], tres días antes del 17 de octubre (…). (…) La clase trabajadora comprende perfectamente que la era de las reivindicaciones de sus más elementales necesidades, comenzó con la revolución justicialista (…).”[47]
Continuando con el análisis de la  alocución, Perón, denunció que los dirigentes de FOTIA se hallaban en tratativas con los otros partidos opositores: socialistas, comunistas, radicales, con la patronal azucarera …  Entre los setenta dirigentes mencionados, nombró a Doroteo García, miembro del secretariado de la FOTIA y integrantes de sindicatos de base adheridos a esta federación obrera. Destacadas figuras de la UCR (Comité Nacional) se desplazaran a Tucumán, para realizar una activa labor política relacionada con el desarrollo de la huelga azucarera. Y que Ricardo Balbín estuviera en la provincia de Jujuy. Y dio los nombres de aproximadamente setenta dirigentes pertenecientes a los ingenios y otras organizaciones gremiales de Tucumán: La Florida, Bella Vista, Leales, Concepción, UGTIA, Lastenia, N. Baviera, San Pablo, Unión de Bodegueros y agitadores profesionales principalmente.[48]
En la Plaza Independencia la CGT, organizó una concentración para escuchar el discurso de presidente de la nación. La multitud vitoreó el nombre de Perón cuando anunció el aumento salarial del 60%. Se encontraban allí dirigiendo el acto, el delegado interventor de la CGT de FOTIA, Antonio Ferrari y el dirigente de la CGT, Héctor Brown.[49] 

A modo de conclusión

De acuerdo a lo investigado en esta ponencia, se revela una intensa resistencia de parte de dirigentes y trabajadores azucareros a la normalización de la FOTIA, que se intentó llevar a cabo en el período 1950-1955. Un conjunto de medidas, como impugnaciones de afiliados y elecciones frustradas, llevaron al casi completo fracaso de la intervención a esa federación obrera.[50]
Me propongo seguir profundizando la historia de la FOTIA en del primer peronismo. Faltaría la consulta de otras fuentes primarias como La Gaceta de Tucumán y la Revista Azucarera en donde se aprecia la voz de los industriales y grandes cañeros. Faltaría también consultar en los proyectos de dirigentes de FOTIA, devenidos en legisladores provinciales y nacionales para resolver diferentes cuestiones atinentes al mundo del trabajo azucarero.
Apreciando como termina la huelga de 1949, se revela que produjo una crisis muy profunda dentro del peronismo de Tucumán que se había integrado a dirigentes sindicales, por lo que algunos estuvieron sospechados de alentar la huelga, otros debieron renunciar a su afiliación a la FOTIA y algunos dejaron sus cargos, legítimamente ganados en las elecciones nacionales de 1946.
Se podría presentar las siguientes hipótesis de trabajo, que por la difícil vinculación entre sindicalismo y peronismo en esa provincia norteña, se habrían constituido dos partidos, dentro de una amplia coalición que construyó y apoyó a Perón: un partido sindical con una dilatada trayectoria y un partido político. Y que la pérdida de autonomía de la FOTIA, a pesar de la intervención y de la reforma del Estatuto en 1950, no se pudo reflejar en los hechos.
Intentaré demostrar en un próximo artículo, que la resistencia de los trabajadores azucareros, continuó en su lucha frente a un peronismo que había disciplinado en teoría los espacios asociativos de los obreros.












[1] Ponencia presentada en las V Jornadas de Historia Social,  La Falda, Córdoba, 15 de mayo de 2015.
[2] La universalización de los derechos sociales en el mundo azucarero, debido a la acción del Cnel. Perón desde la Secretaría de Previsión Social, llevó a sepultar el modelo filantrópico sostenido por algunos industriales de Tucumán. Confróntese especialmente en Daniel Campi: “Los ingenios del Norte: un mundo de contrastes”, en Fernando Devoto y Marta Madero (dir.): Historia de la vida privada en la Argentina, La Argentina plural: 1870-1930, Bs. As., Editorial Taurus, 1999, pp. 189-221. La importancia de los testimonios de antiguos trabajadores y dirigentes de FOTIA, no impide una contrastación con  discursos y procederes de aquella primera época del peronismo en Tucumán y el Norte, hacia los movimientos sociales del mundo azucarero.
[3]“ Los iniciadores del sindicalismo azucarero”, (…) “Las pocas organizaciones obreras que existen [antes de 1944], están constituidas, como siempre, como núcleos clandestinos que actúan sobre todo en la ciudad de Famaillá –ocultados en algún sindicato de oficios varios- y en Mercedes, Florida, La Fronterita y en otros lugares, sobre todo en el departamento de Cruz Alta. En los alrededores de 1939, solamente en un ingenio funciona con local propio un sindicato: en San Pablo. Juan O. Taire, Azúcar para el monopolio (1969), 2ª. edición, Bs. As., Ediciones del Pago Chico, 2006, pág. 40. Sobre sindicatos obreros y acciones de resistencia  en  ingenios y surco cañero, han sido estudiados por la historiadora María Ullivarri: Trabajadores, sindicatos y política en Tucumán. 1930-1943, Tesis doctoral en Historia, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Bs. As., 2010, sobre todo ver especialmente pp.  168-181 y 276-288 y “Sindicatos en ‘la capital del azúcar’. Organización y lucha en el mundo del trabajo de la provincia de Tucumán (Argentina), 1930-1943” en: Historia Agraria, 55. Diciembre 2011, pp. 101-133, SEHA. Ver también: Esteban Piliponsky: ¿Sindicatos fuertes con poder de negociación débil. Análisis del sindicalismo tucumano previo al surgimiento del peronismo”, A Contracorriente, Una revista de historia social y literatura de América Latina, vol. 10, N° 1, 2012, pp. 310-333.
[4] Fragmento del discurso de Perón en la asunción del cargo de Secretario de Trabajo y Previsión, el 2 de diciembre de 1943. Citado por Juan Carlos Torre: “Introducción a los años peronistas”, pág. 206.
[5] Federación Obrera de la Industria Azucarera.
[6] Ver  trabajos sobre la gobernación de Sabattini y el “sabattinismo en Córdoba y la  de Fresco en Provincia de Buenos  Aires.
[7] Existe una amplia bibliografía. Gino Germani: “El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y los migrantes internos”, en Desarrollo Económico, Bs. As. 1973, 13, (51), pp. 435-488 y trabajos anteriores; Miguel Murmis y J. C. Portantiero: Estudios sobre los orígenes del peronismo, Bs. As., Editorial Siglo XXI, 1971; Daniel James: Resistencia e integración. El peronismo y la clase obrera argentina, 1946-1976. Bs. As., Editorial Sudamericana, 1990.   Louis Doyon: “La formación del sindicalismo peronista”, en Waldo Ansaldi y otros, Argentina. La construcción de un país, 1ª. edición, Bs. As., Editorial Sudamericana, 2009, pp. 259-305 (Extraído del  tomo VIII, Los años peronistas, dirigido por Juan Carlos Torre, 2002; Juan Carlos Torre: La vieja guardia sindica y Perón (1990), 2ª. edición, Bs. As., 2014;  Moira Mackinnon: Los años formativos de Partido Peronista (1946-1950), Bs. As., Editorial Siglo XXI, 2002. Para profundizar las vinculaciones entre el Laborismo y Perón, entre otros trabajo se recomienda: Santiago Senén González: Laborismo. El Partido de los Trabajadores, Bs. As., Ediciones Capital Intelectual, 2014.
[8] Gustavo Rubinstein: Las políticas sociales del primer peronismo (1946-1950), Tucumán, Jornadas de Historia Económica UNT, septiembre 2000; Los sindicatos azucareros en los orígenes del peronismo tucumano, 1ª. edición, Tucumán, Universidad Nacional de Tucumán, 2006; “El Estado peronista y la sindicalización de los trabajadores azucareros”, en Darío Macor y César Tcach (editores), La invención el peronismo en el  interior del país, Santa Fe, Universidad Nacional del Litoral, 2003, pp. 319-363; “La ‘Llave del norte’. El Partido Peronista: Hegemonía política y conflictos internos, 1946-1955”, en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán, EDUNT, 2012, pp. 57-93.
[9] Sobre los cambios de la economía argentina,  su impacto en los costos laborales en la agroindustria azucarera y las respuestas de los industriales  -tema muy polémico- existen varios trabajos. Principalmente, G. Rubinstein: “Los trabajadores del azúcar. Las políticas sociales del primer peronismo (1946-1950), UNT, ….; Ariel Osatinsky: empresarios azucareros frente a las reformas laborales del primer peronismo (1943-1949), Bs. As., 5° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, ASET, 1-3 agosto 2001 y Matilde María Silvia: “Las políticas económicas y sociales del primer peronismo y sus repercusiones. El caso de la reacción del empresariado azucarero tucumano, 1943-1949”, América Latina en la Historia Económica, N° 22, julio-diciembre, 2004, pp. 11-27; Noemí Girbal-Blacha: Mitos, paradojas y realidasdes en la Argentina peronista (1946-1955). Una interpretación histórica de sus decisiones político-económicas, 1ª. edición, Bernal, Universidad Nacional de Quilmes, 2003.
[10] Florencia Gutiérrez: “FOTIA y sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de sindicalización azucarera. Tucumán, 1944-1955”, en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán, EDUNT, 2012, pp. 133-169; La irrupción del poder obrero en los ingenios azucareros: avances, límites y cuestionamientos. Tucumán, 1944-1949, en Quinto Sol, Vol. 18, Nº 2, julio-diciembre 2014, edición on-line impresa, pp. 1-23.

[11] G. Rubinstein: “Evolución de los salarios de los obreros azucareros durante el primer peronismo (1946-1949)”, Bs. As., 5° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, ASET,  agosto 2001. Cuestiones que han sido retomadas y completadas por algunos de los autores precitados.
[12] Hago la salvedad de autores clásicos, como Emilio Schleh:  y Daniel Santamaría: Azúcar y sociedad en el noroeste argentino, Bs. As. Ediciones del IDES, n° 11, 1986, PP. 96-121, entre otros. Actualmente: María Ullivarri, trabajos ya citados; Ana Josefina Centurión: “Estructuras, representaciones sociales y estrategias. Los trabajadores azucareros del Ingenio San Pablo. Tucumán, 1930-1950”, en 5° Congreso Nacional de Estudios del Trabajo, Bs. As., ASET, agosto 2001 y Esteban Piliponsky: ¿Sindicatos fuertes con poder de negociación débil. Análisis del sindicalismo tucumano previo al surgimiento del peronismo”, A Contracorriente, Una revista de historia social y literatura de América Latina, vol. 10, N° 1, 2012, pp. 310-333;
[13] María Ullivarri, tesis doctoral citada, pág. 168.
[14] María Ullivarri, op. cit., pág. 169.
[15] Dossier. Entrevistas a sindicalistas azucareros: a Carlos Aguilar por Fernando Siviero (1988), en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán, EDUNT, 2012, pp. 282-283.
[16]  Florencia Gutiérrez: “FOTIA y sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de sindicalización azucarera. Tucumán, 1944-1955”, en Florencia Gutiérrez y Gustavo Rubinstein (comps.): El primer peronismo en Tucumán. Avances y nuevas perspectivas, 1ª. edición, Tucumán, EDUNT, 2012, pp. 144-149; La irrupción del poder obrero en los ingenios azucareros: avances, límites y cuestionamientos. Tucumán, 1944-1949, en Quinto Sol, Vol. 18, Nº 2, julio-diciembre 2014, edición on-line impresa, pp. 1-23  y “La dirigencia de FOTIA y los sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de sincalización azucarera. Tucumán, 1944-1955, edición on-line historia.com, Programa Buenos Aires de Historia Politica del Siglo XX.
[17] La Nación, 6 de Octubre, pág. 8.
[18] La Prensa, 12 de Octubre, pág. 8.
[19] La Nación, 14 de Octubre, pág. 3.
[20] La Prensa, 15 de Octubre, pág. 8.
[21] La Prensa, 24 de Octubre 1949, pág. 9.
[22] La Prensa, 26 de Octubre 1949, pág. 7.
[23] La Prensa, 27 de Octubre 1949, pág. 5. Y la policía clausuró el local de la Federación de Empleados (FEIA).
[24] La Prensa, 28.10.1949, pág. 7.
[25] La Prensa, 29.10.1949, pág. 7.
[26] La Prensa, 30.10.1949, pág. 7.
[27] La Prensa, 31.10.1949, pág. 10.
[28] La Nación, 1.11.1949, pág. 3.
[29] La Prensa, 2.11.1949, pág. 7.
[30] La Nación, 3.11.1949, pág. 2.
[31] La Nación, 4.11.1949, pág. 2.
[32] La Prensa: 6.11.1949, pág. 6 y La Nación: 6.11.1949, pág. 4.
[33] La Nación: 8.11.1949, pág. 4.
[34] La Nación: 9.11.1949, pág. 3. 
[35] El Interventor –Presidente del Organismo Financiador de Empresas Mixtas Privado-Estatales, Touceda Humano, exhortó en la asamblea volver al trabajo en el ingenio Esperanza porque tenía las seguridades del gobierno nacional de que serían escuchadas sus demandas. Luego habló Bulacio, presidente del sindicato de esa fábrica, que estaba de acuerdo en general con lo manifestado por el interventor. La Nación: 10.11.1949, pág. 4.
[36] La Nación: 10.11.1949, pág. 4.
[37] La Nación: 11.11.1949, pág. 7.
[38] La Nación: 12.11.1949, pág. 2.
[39] La Nación: 15.11.1949, pág. 8. Y se levantó la incomunicación al Dr. Esteban Rey.
[40] La Nación: 20.11.1949, pág. 6.
[41] La Nación: 21.11.1949, pág. 8.
[42] La Nación: 22.11.1949, pág. 8.
[43] La Nación: 24.11.1949, pág. 4, 25.11.1949, pág. 4 y 26.11.1949, pág. 5.
[44] La Nación: 29.11.1949, pág. 8.
[45] La Nación: 30.11.1949, pág.8.
[46] La Nación: 2.12.1949, pág. 2.
[47] La Nación: 3.12.1949, pág. 1.
[48] La Nación: 3.12.1949, pág. 4.
[49] Ibíd., pág. 4.
[50] Ver: Florencia Gutiérrez: “La dirigencia de FOTIA y los sindicatos de base: tensiones y conflictos en el proceso de sindicalización azucarera. Tucumán, 1944-1955, edición on-line historia.com, Programa Buenos Aires de Historia Politica del Siglo XX.

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